EL BESO DE LA MUJER ARAÑA

Este texto tan bonito nos lo dejó un ex-alumno, cuando rindió la última materia para obtener su título, precisamente, Literatura. Aquí lo publicamos para que todos lo disfruten. Está basado en el libro homónimo de Manuel Puig que él leyó. Nuestro exalumno es Lucas Guzmán.


Era una mañana, a las 10 a.m., para ser más exacto, cuando Juan se levantaba de dormir. A su lado, una mujer de nombre desconocido y sin importancia, ya que todos los días Juan traía a una mujer diferente. Él era un hombre muy buen mozo y muy seductor; eran tantas las mujeres que traía que fue perdiendo con el tiempo esa magia que lo enamoraba de cada mujer, hasta llegar al punto de acostumbrarse a ello y estar con una mujer diferente, sólo por costumbre. Un día como todos, y como de costumbre, conoce a una mujer en el boliche donde él trabajaba. La diferencia de esta mujer con las demás era que sólo lo besó y se fue, al terminar la charla que sostenían. Él insistió para que ella lo acompañara a su casa, pero ella sólo lo besó y se fue...

... Pasaron los días, los años y nunca más la vio.
Cuenta Juan que la única mujer que lo enamoró, de tantas que había conocido fue sólo esa, que su beso fue como un veneno de araña que le había quedado en el cuerpo y que, al irse ella, se había ido el antídoto. NUNCA MÁS LA VIO... Pero lo bueno que saca él de esa historia es que, aunque sea de ese modo tan triste, está contento porque llegó a conocer el amor.